LA RUMBA CUBANA
La rumba es un género cantable y bailable, nacido en Cuba de principalmente de la población afrocubana. Tuvo su origen según las referencias históricas de la música bailada desde los siglos XVIII y XIX en sitios como barracones, dotaciones, en los campos y zonas suburbanas como bateyes y caseríos cercanos a los ingenios o fábricas de azúcar.
Los negros libres y sus descendientes, fueron sus principales protagonistas, pertenecientes a distintas etnias africanas como la lucumí, arará, gangá y quizás la más significativa de todas: la gangá-bantú. Eran los hombres quienes realizaban danzas pugilísticas atribuidas a los congos, las que pueden considerarse muy primitivas, estas danzas se identifican en la actualidad como la danza de la Columbia
Durante el período que abarca las primeras décadas del siglo XX, se crean nuevos barrios lejos de la antigua ciudad amurallada de la Habana para la clase pudiente, alejándolas de la insalubridad y el hacinamiento en que vivían las clases obreras.
Las cuarterias o solar, como se les llamaba, era la diferencia entre vivir en la calle debajo de un puente o bajo techo. Eran construcciones de varios cuarticos, alrededor de un espacio interior de cemento, al cual daban todas las salidas de las habitaciones que no poseían baños sanitarios, los mismos estaban instalados en el patio; una o dos duchas y la misma cantidad de inodoros.
Las familias que habitaban en dichos lugares debían compartirlos. Por lo general eran negros, mulatos, emigrantes y todo aquel de muy bajo estatus social, que vivían hacinados con su familia pagando un mísero alquiler.
El patio interior era el lugar donde se reunían o permanecían por lo general los habitantes, dadas las precarias condiciones de sus viviendas oscuras y húmedas. Era en estos patio donde la rumba cobró auge en las grandes ciudades.
Por lo general las rumbas siempre las comenzaban con un Guaguancó sólo los instrumentos, seguidos por un cantante que comenzaba a improvisar con un tralalala lalá, llamado “diana” que no poseía sentido pero que incorporaba la melodía que seguiría el canto.
En el texto que se incorporaba después hablaban de sus miserias, de los problemas de la vida, del sufrir diario, de las injusticias, o de una persona u cosa. Son versos pareados y muy melancólicos. Inmediatamente después el ritmo se acelera entrando en un frenesí, los miembros del conjunto y los espectadores repiten un estribillo o coro que llena de alegría olvidándose de sus penas. El cantante improvisa mientras el coro mantiene el estribillo o sistemas de frases que responden. Los bailadores también demuestran sus grandes habilidades.
La Tumba o Tumbadora, (llamada por algunos como Conga Bajo); El llamador o Conga (el tambor intermedio de sonido más apagado) y El Quinto o Requinto (el más pequeño de los tres, da un sonido agudo, y es el preferido para la improvisación). Son los instrumentos por excelencia que se emplean en el complejo de la Rumba, que está integrado por el Guaguancó, La Makuta, El Yambú y la Columbia entre otras rumbas miméticas. También son utilizadas en las Comparsas y Congas callejeras, quizás fueron las que dieron nombre a este género bailable en Cuba. Es uno de los instrumentos que caracterizan a su acerbo musical. Se podían apreciar además otros instrumentos como El bongó. Se trata de dos pequeños cascos hechos de madera unidos por el centro, cubiertos con cuero curtido muy bien estirados, se golpean en el centro o los bordes con la punta de los dedos. Por lo general uno es mas grande que el otro. Para tocarlos se colocan tradicionalmente entre las rodillas, quedando el mas grande a la izquierda y el pequeño a la derecha.
Las Claves era otro de los instrumentos indispensables, surgido en La habana, salieron de las clavijas de madera dura que se utilizaba en el ensamblaje de las naves, que al gustar el sonido a los negros esclavos lo incorporaron a la música. El ritmo de la clave está presente en toda la música cubana, ya que puede adaptarse a los distintos tipos de ritmo y melodía. Para los bailadores nativos de Cuba cobra una gran importancia, pues suele decirse que se baila con la clave, la cual dirige sus pasos. Las Maracas, uno de los pocos instrumentos que heredamos de los aborígenes, que fueron terriblemente eliminados por los conquistadores españoles, también estaba presente. Compuesta por lo general de un par de güiras o calabazas secas que se vaciaban, y se les echaba piedras o algún tipo de semillas con un mango para manejarlas mejor.
El Cencerro creación de los negros Carabalí, era un elemento siempre presente en las rumbas del solar. Se utilizaba para colgar del cuello al ganado, a la campana se le quitó de su interior el badajo y se percute con él en su exterior que puede ser de metal o madera dura, suele producir un sonido agudo si se toca en la parte estrecha y bajo si se produce en la abertura. A falta del mismo solían utilizar sartenes o azadones.
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